M, la mirada de la Pintura, es el testimonio de un encuentro casual con un hombre que deambula por las calles del Barrio del Carmen. Sucedió al girar la esquina desde la calle Quart hasta la Pilarica, fue un instante en el que se detuvieron las miradas, el frío de la noche en el viejo barrio secuestra los colores como en una película en blanco y negro. Se trata de rescatar ese encuentro fugaz donde uno reconoce una parte de sí mismo reflejada en el destello de la mirada del otro. El Carmen es un lugar de visiones entretejidas, en ciertos puntos con tensión, en otros, con algarabía y risas. El personaje del retrato te espera, y esta vez, en otra esquina, para cruzarse contigo.

LOS PERSONAJES CREADOS: el cuadro que se presenta pertenece al proyecto Retratos Circulares, una serie de retratos inspirados en el cuento de Borges Las ruinas circulares  donde un hombre crea a otro y este, a su vez, es creado. Son retratos que cuestionan la identidad en cada movimiento. La mirada de la pintura nos dirige hacia el otro lado de la observación, el espectador en ese momento recapacita siendo objeto de la identidad de la pintura y es así como se plantea la evolución del ciclo creativo en Borges, porque en el instante en que el espectador se siente observado, reflexiona con mayor plenitud sobre su propia identidad, traspasando las fronteras del yo.